EMERGENCIA EN BRUSELAS. Festival PROPULSE. Sala Botanique. Bruselas, 4 de febrero

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Con este título que me he buscado para esta nueva rubicrónica podría parecer que os quiero hablar esta vez sobre el nuevo pulso que Grecia y Siryza le están echando a la bendita y omnipresente troika. Pero no. No porque no pueda ni quiera, que podría y quisiera, pero se supone -solo se supone- que esto es un blogucho dedicado a la música y los politiqueos, sobran.

El caso es que de un tiempo a esta parte parece que todo lo que viene de Bruselas, como sus coles, apesta, o al menos hacemos culpable a esta ciudad de todos los males del Universo. Como se nos olvida todo lo bueno que nos ha traído (claro, algunos ni conocisteis los larguísmos y atascados viajes veraniegos a las costas españolas cuando las nacionales eran de doble sentido), voy a romper una lanza por esta mal considerada ciudad gris. Porque aparte de ser la capital política de Europa, es la capital de un país bien especial.

Y para muestra un botón. Y hete aquí cómo trata a sus bandas emergentes. Pero EMERGENTES DE VERDAD. Porque su iniciativa PROPULSE, afortunadamente, no tiene nada que ver con historias como el Girando Por Salas español. Las cinco bandas que tuve la suerte de ver creo sinceramente que aportan y mucho a cualquier escena musical que se precie y deben ser apoyadas y promocionadas en el duro comienzo. Porque ¿qué emergencia se pretende apoyar en una banda como IZAL que cuando se la eligió para participar en el proyecto GPS ya se había permitido el lujo de cerrar una fecha en una sala como La Riviera de Madrid? o ¿MissCafeína que salían anunciando ropa con ElCorteInglés?. Que me lo expliquen. Los grupos emergentes, como los pechos de las adolescentes, deben ser realmente turgentes. 


Y como digo, las cinco bandas que escuché anoche son turgentes de por sí, independientemente de que el tipo de música que hagan te pueda llegar a gustar o no.

Y la sala…. ¿qué deciros del BOTANIQUE?, con tres espacios increíblemente bien preparados y especialmente dedicados a la escena musical. Luces y sonido atutiplén y de lo mejor, lo superior. Puntualidad británica. Organización impecable. Dos salas funcionado de forma alternativa con 15 minutos entre los conciertos para echar un cigarrito, un pis, pillar una cervecita e irte al otro concierto. Efectivamenteysí, lloré y sentí muchisisisisisisisimos celos.

Comenzaron BYRON BAY, el grupo flamenco invitado -el resto son valones-, en el espacio “Rotonde” (de acústica increíble con un pequeño anfiteatro desde el que no hay hombretón 2x2 que te amargue el concierto) y llegamos tarde porque claro, ¿quién nos iba a decir que empezarían a las 20.00h en punto?. Buen folky con ese toque electrónico que tanto les mola a los belgas y un aire a sus paisanos dEUS pero revisitados y muy rejuvenecidos.


Siguieron en el espacio “Orangerie” MAW//SITT//SII que aunque solo sea por su nombre se han ganado ya la etiqueta de emergentes ¿qué no?. Son los primos lejanos belgas de los hermanos Butler de quienes han heredado sus falsetes y las synth-melodías que se tocan a dos dedos pero aderezados con un baterista macarruzo (no solo por su pelazo) –el cual por cierto hizo doblete, junto a uno de los guitarristas, en otra de las formaciones-. 

De vuelta en la “Rotonde” descubrimos LA BANDA de la noche. Ellos son Olympia y Romain, más conocidos como CARGO CULTE o lo que es lo mismo, dos personas-orquesta con dos voces muy potentes llenas de registros que empastan a las mil maravillas. Un cocktail exótico cargado de reminiscencias de americana, chançon, funkinismo, bossa y boleros. Por mencionar algunos. Vamos, lo que viene siendo un batiburrillo del trece que, además, ¡¡¡funciona¡¡¡. Y yo sin tener a mano unas de esas puítas finas que me gasto para regalárselas a ese crooner tan majete y a esa diva tan bien plantá…. Cagüentóloquesemenea.


Ya con algo menos de alegría porque todo aquello ya había cumplido con creces nuestras expectativas volvimos nuevamente al otro espacio donde ya habían comenzado ALASKA ALASKA pues la barra del bar estaba cada vez más concurrida y se hacía más difícil separarse de ella. La banda de Namur también nos sorprendió. Con un tempo más pausado a pesar de ese baterista macarruzo que compartían con el segundo grupo, el fuerte de esta formación son sin duda las voces, la del solista y la de dos de los guitarristas que le acompañaban en todos sus variopintos gorgoritos. 


El final de esa noche (son tres las que el Botanique dedica este año al Propulse) estuvo a cargo de KONOBA, quizá la banda más lineal en todos sus temas y que menos se acercó a la música que me suele gustar (y eso que, como sabéis, mi espectro gustativo es casi un gusano negro que todo lo atrapa) pero es que no termino de dirigir a Elton John, por ejemplo. Eso sí, los cinco cantaban como los ángeles y se marcaron una mini capella del trece para finalizar su actuación.



¿Y cuánto decís que me costó todo este derroche de emergencia belga? 7 leuritos. ¿Cómo lo veis?. Pues yo lo veo, además de con los ojos en las manos, que me mudo a la escena musical belga y ahí os quedáis con vuestro GPS y vuestros postureos de mindiestream en los que todos sonáis igual y a lo de siempre, cojonas.

VIVA LA EMERGENCIA, VIVA LA TURGENCIA. Y mientras tanto, en España, me quedaré con los sumergidos.


Cargo Culte "All Grey" (Bathroom Live) from NOAMIR on Vimeo.